CabeceiraFotoCíes

Ateneo na casa
Achegas durante o confinamento

Poemas

Caemos. Nando Quiroga

caemos

abrazados a las carcasas de oxígeno

invadiendo la alquimia nuestras venas

para evitar extraviarnos en los laberintos del plástico

sin poder ni siquiera despedirnos caemos

vibrantes caemos como el árbol en el último golpe

en el hachazo virulento del microscópico leñador

que en su ciega potencia milenaria nos arrasa

desplomando en un segundo el peso de la vida

talados seguimos cayendo hacia lo hondo

al otro lado del pasado negando lo-por-venir

desvalidos sentimos uno a uno el frío y el vacío

pero nos contabilizan por decenas por cientos por miles

en donde vivirá ahora nuestra estúpida arrogancia humana ?

un tsunami de estupor y miedo estrecha los márgenes del mundo

confinados no nos tocamos miramos a los otros con recelo

deambulamos sonámbulos a través de noches de sesenta horas

desde el zaguán al desván sin sosiego dando vueltas desolados

para terminar en la cocina abrazados a la nevera

esperando a Godot o al taumaturgo de turno que nos salve

pero aún es pronto para decir basta a tanto horror

para que se detenga esta demencia planetaria

Fragmentos de hipotético y poéticodiario del confinamiento
Nando Quiroga

vigésimo octavo día del confinamiento

hay días que como a una abeja reina

           la vida me llena la boca de polen

                     entonces hablo el lenguaje de las flores

trigésimo quinto día del confinamiento

los jueves milagro

hoy sin yo esperarlo

           tus labios me llevaron

           a una tibia infancia

           de pan recién horneado

trigésimo octavo día del confinamiento

me despierto y todavía adormilado pienso

           hago gimnasia y pienso me ducho y pienso

           veo las noticias me refugio en un libro y pienso

           escuchando a debussy tomo la primera copa escribo y pienso

           aprensivo salgo a la compra con guantes y mascarilla

           abro y contesto correos llamo a mis hijos y pienso

           la última copa en la terraza viendo morir al sol y pienso

cuadragésimo dia del confinamiento

           cuaderno de estaciones ( para cuando nos abran la jaula )

otoño

           pasear entre el oro inaudito de los bosques

           recordando que también tú fuiste hermoso

primavera

           hacer un tierno corte en las muñecas

           saber que aún brota sangre a borbotones

           y reír con los amigos que te quedan

verano

           cerca del mar

           una botella de vino suave y fresco

           y sin memoria

           una mujer desnuda en la penumbra

invierno

           subir con mi otro yo a la buhardilla

           servirnos un buen malta doble y seco

           y jugar a disfrazarnos de poetas

cuadragésimo séptimo día del confinamiento

           hay días que hueles a relámpago

           como si en tu cuerpo se estuviera

           fraguando una tormenta

           días así quisiera estar contigo

           respirar el azufre y el ozono

           del peligro incandescente de tu piel

           escuchar de nuevo retumbar el trueno

           en mi cauteloso corazón

           en días así quisiera estar contigo

           en días así te temo y te deseoAdenda.- Un poema se defiende solo, pero en este tiempo de prohibiciones, quiero aclarar que éste,aunque describa una potente pulsión sexual, cumple riguroso con el confinamiento. Utiliza el olfatola respiración, escucha el sonido interior, siente la emoción del temor y al tiempo el deseo, peroen ningún caso usa el tacto, manteniendo esa distancia de dos metros, ( tal vez kilómetros ) ja jaAclarado queda

Comienza la quinta semana de confinamiento

Y Tú como la nube esa duda en el viento

termina la sexta semanadel confinamiento y yo …

           sigo caminando y no me canso

           pero a veces me demoro y me recreo

           porque sí sin más por mi deleite

           porque sé que el camino acaba un día

           porque sé que se camina hacia la muerte

comienza la octava semana del confinamiento con un viento africano

crisálida que al calor estalla en mariposa / viento que nos trae un dragón de amor”

viento del sur / dragón de amor

ardiente beduíno

animal de vuelo incandescente

hoy galopas mis cielos

y en tu fogoso aliento viaja

la bronca llamarada del desierto

esa lengua de brasa que al lamer los corazones

los desnuda y ofrenda como frutos en sazón

a tu paso la sangre ya no es sangre

sino mercurio de una fiebre

que ansía la hondura en otra fiebre

ascua viva de deseo incendias nuestro lecho

y obligas a entregarle alma y cuerpo

a quien nos traiga abrazo

candente viento sur

           deidad vestal del fuego

           dragón de amor

termina la octava semana del confinamiento y crece ardiente

el deseo de recuperar la vida dónde cuando y como la dejé

moderadamente desesperado

pactar con la vida su simplicidad

caminar cada mañana persiguiendo

la quebradiza luz hasta llegar al mar sentir la ola

el cabrilleo de su espuma en mi sed en tu lejanía

oficiar el suntuoso ámbar del vino su opulencia

y abriendo al azar un libro bendecir con ellos la tarde

o inventar tal vez un vicio nuevo que sirva todavía para dos

y escribir ? escribir … tan solo si insiste en ello el corazón

algún amigo o ninguno … para contemplar

como mendigo que duerme sus noches al raso

al cisne alunado de la estrella reflejando

la finitud del hombre su ascenso / su agonía

y aceptar seguir viviendo siempre así

moderadamente desesperado

vigésimo noveno día del confinamiento

           de éste mar de amor desaforado

           me tienta más que nada esa herida azul

           y tu salobre cicatriz tatuada en el poema

para clavar en la puerta cuando termine el confinamiento

           bienvenid@

           no sé cuanto gozo

           contiene una mañana

           pero hoy mi copa se ha colmado

           has llegado a mi casa y contigo

           el sahümerio el sándalo la dicha